miércoles, 8 de abril de 2015

A PROPOSITO DE LAS ELECCIONES EN GRECIA: SYRIZA Y LOS LIBERTARIOS EN EL PODER

Entre la celebración dionisiaca de los amarillentos medios socialdemócratas y la tragedia apocalíptica de la prensa conservadora y reaccionaria, los resultados de las últimas elecciones en Grecia que le brindan el triunfo por mayoría absoluta a la coalición de Izquierda SYRIZA no han dejado indiferente a nadie, e incluso se habla sobre sus efectos transformadores a nivel europeo. Habitualmente desde nuestra posición antiautoritaria desestimaríamos cualquier aclaración sobre un proceso democrático en cualquier lugar del mundo, no requerimos explicar sobre nuestro proceder y nuestras metas, es claro que ni la participación ni la conquista del poder son parte de la posición ácrata.
Sin embargo a raíz de información circulante, se ha hablado que parte de la coalición SYRIZA se encuentra conformada por afines al anarquismo, en una mezcla heterodoxa de maoístas, ecologistas, eurocomunistas, trotskistas, libertarios y euroescépticos. A juicio del progresismo socialista esta amalgama de posiciones, anarquistas incluides,  implica una democracia madura y la confianza en una revolución de todos los actores de clase. En nuestra opinión solo puede significar dos cosas: una falacia mediática o bien una desfiguración de la práctica anarquista.
Es sabido que las coaliciones de izquierda siempre han tratado de hegemonizar las luchas sociales bajo su alero y con la soberbia de señalarse como sus representantes: ecología, feminismo, luchas de pueblos originarios, la producción contracultural, todo puede ser izquierdista (como también todo puede ser adoptado por el mercado para el consumo y la alienación). Como botón de muestra, el año 2014 el diputado de SYRIZA por Kastoria, Vaggelis Diamantopoulos indicó que él se consideraba anarquista en tanto esta implicaba la máxima expresión de la democracia directa, en $hile por su parte, tuvimos la oportunidad de contemplar a ciertos grupos “libertarios” forjando alianzas estratégicas con Todos a la Moneda y su candidato Marcel Claude, nuestro Alexis Tsipras chilensis. 



Ya en el 2013, en una entrevista al grupo anarquistas griego AK (que circula en la red), estos advertían sobre el afán hegemonizador de SYRIZA y renegaban que al menos en Thessaloniki, los anarquistas hubieran o vayan a votar a futuro por ningún partido. Proféticamente ya ironizaban: “Le damos la bienvenida a Syriza en el infierno de la autoridad”. Conocemos y reconocemos en la lucha griega tanto espontanea e indignada como en el trabajo organizado y metódico de antiautoritaries, la verdadera revolución griega, y suspiramos irónicos frente a la ilusión ideológica de la libertad por medio de la reforma y la toma del poder.
Dentro de las políticas de austeridad que azotan al pueblo griego, grupos antiautoritarios han destacado en la lucha contra el estado y el capital de formas tangibles y no bajo la faceta del terror tal como los medios de comunicación intentan hacerlos parecer. La horizontalidad y la autogestión en la práctica asoma como su sello que es compartido por grandes masas de la población que creen en una alternativa al despojo neoliberal y sus administradores de “Izquierda”.


¿Lecciones?, aclarando el deslinde de los anarquistas griegos con SYRIZA, nos parece relevante  advertir de las seducciones de la alianza con la socialdemocracia, la frustración de la lucha sin frutos en lo inmediato y las ganas de sumar compañeres y lograr “transformaciones sociales” pueden llevar a este error, nuestra historia nos lo demuestra. Nuestro llamado ético como grupo de afinidad es a evitar la militancia, disposición subordinada a la “Idea” que en la práctica va minando paulatinamente la espontaneidad revolucionaria y generando la lógica de partido jerárquico dentro de los círculos comunistas anárquicos, sendero equivoco para nuestra lucha.
 Reflejemos en la historia esa tergiversada pero aburrida consigna de que “El pueblo unido avanza sin partidos”



COLECTIVO CRÍTICA Y ACCION

Posdata al 08 de Abril, 2015
Los ocho presos del grupo “Conspiración de las Células de Fuego” anuncian el cese de la huelga de hambre de 32 días por la eliminación de todas las cárceles y la abolición de la ley antiterrorista. Uno de los detonantes del inicio de la acción fue el continuo hostigamiento a familiares y compañer@s de les preses.
¡Libertad a los y las presos en el mundo!


jueves, 14 de noviembre de 2013

Poder popular: la desmitificación de la intención de desmitificar, un aporte teórico práctico

Mis mas profundos respetos por los compas que hicieron este articulo, y que en su mayoría, sobre todo frente a lo esencial, a mí parecer, estamos de acuerdo, como por ejemplo el de que el proletariado se dota de organización al tiempo que lucha frente a las condiciones existentes y la innecesidad de los espectros ideológicos, sobre todo totalizantes y jerárquicos de la lucha de clases y de todas las formas de opresión. Sin embargo en este artículo haré un análisis sobre algunas aristas que es necesario profundizar para no caer en demagogias tautológicas, ni mucho menos caer en reduccionismo rimbombantes. No es una reacción a los planteamientos legítimos y clasistas que se muestran, sino más bien, que desde ellos mismos llevar a la reflexión otras o las mismas aristas que me parece de vital importancia debatir, profundizar y llevar a cabo.
Es cierto que en los tiempos relativistas narcisistas que vivimos cualquier apreciación subjetivizada desde cualquier elemento argumentativo será valorizada in facto por la democracia liberal o, en nuestro sector, respeto a la individualidad (que propagan algunas teorías anarquistas) como aforismo absolutista y principio regulador de un estado de cosas horizontales. Tal apreciación dentro de las múltiples catástrofes en las relaciones humanas a las que puede desembocar (sino nombrar la atomización voluntarista de los sujetos y un misticismo cibernético pseudo intelectual que recoge toda la época fantasiosa de la dictadura católica) avocaré únicamente al dogmatismo frente a algunos conceptos matándolos por el solo hecho de pronunciarlos, es decir , tratando de hacer de ellos un símbolo abstracto que no está sujeto a reestructuraciones y significaciones hechos por las intersubjetividades y la historia misma de las comunidades. Es cosa de apreciar el concepto de libertad, interpretado de múltiples maneras según las ideologías yuxtapuestas que se representan en el seno de las clases sociales y todos los modos de opresión. Es así que llegamos a la palabra “pueblo” que avoca a distintas aristas tanto etimológicamente como dentro de la política y la anti política, muchos la defienden anteponiendo de él varias luchas sociales, tanto proletarias como no proletarias dentro de la realidad latinoamericana y de algunos movimientos revolucionarios como el de España y el de Oaxaca por ejemplo por nombrar solo algunos. Lamentablemente por distintos casos y razones es que el debate de lo “popular” ha caído al grado de debate que las filosofías anglosajonas formales del lenguaje han planteado como interpretaciones del discurso meramente formal. Sin embargo es fundamental comprender tales procesos o tales personas individuales que lo reivindicaron en algún momento, el grado de ruptura y tensión en las cuales estaban inmersas y la intencionalidad existencial que representaron y que hoy algunos se ponen esa mochila. ¿Por qué el pueblo participa de la política? Porque la necesita se podría afirmar, e inclusive esto equivaler a que se necesita la explotación. Reconocer el concepto de proletario es reconocer la forma de servidumbre moderna pero NO en todos los grados , porque no todas las comunidades humanas viven en el imperio de la mercancía sino que algunas se resisten a ellas, desde aquí es difícil dar un concepto que ramifica todas las distintas aristas de la explotación , como el patriarcado y la invasión por ejemplo, sino traslucir que en su sentido mas romántico para algunos caracterizó un eslogan común que reivindicaba su entorno de explotación , dominación y alienación humana, y sentirse frente a esto, enlazados en un elemento en común , puede ser que estén o hallan estado equivocados, pero es difícil regenerar lo que ya ha sido sino transformarlo de acuerdo a estas nuevas relaciones sociales e ideológicas de la mercancía. Si lo vemos desde un punto de vista histórico Gramsciano , lo que se ha llamado poder popular no es mas que la socialización contra hegemónica del doble poder analizado por Lenin , y este no representaría nada más que esa otra paralela forma organizacional de las clases oprimidas que se conforman en organización jerárquica para derrocar las que están en el estado que anteponen su ideología a través de la superestructura , pero no , si tenemos un análisis más serio y profundo damos cuenta que muchos de tales elementos no solo significaron uno de los caballitos de batalla de la ideología del marxismo , sino que también dentro de su seno, existieron visiones autonomistas que en sus practicas mismas diezmaron la lógica organizacional del estado, es cosas de ver el poder popular planteado por los cordones industriales, que en sí mismos tenían más del comunismo de consejos a nivel estructural que cualquier otra cosa, es decir, es como el movimiento real de los proletarios y oprimidos superaba su representación ideológica. No es que esto haya pasado a modo general, ya que siempre un grupo dirigente en esas circunstancias planteaban otro tipo de elementos teóricos consecuentes con un extraño marxismo leninismo, pero que sin embargo a modo de praxis existían tipos de coordinaciones horizontales que analizaban en el hecho mismo de organización la innecesidad del estado y otros elementos y todos ellos iban detrás de este eslogan.

Ahora es menester analizar la gratuidad del análisis de creer , a través de una adivinación psicológica, de que este concepto pretende es sí mismo reunir estratégicamente la máxima cantidad de gente posible (entendido como “ser social” separado ) como mera demagogia, dándole a la significancia del hecho histórico de su trascendencia un enclaustramiento dogmático, reduccionista y purista del termino, que da de antemano una clasificación de conceptos al nivel de anárquicos, comunistas, socialdemócratas, fascistas , etcétera . Desde mi autónoma posición, no son los conceptos abstractos los que determinan la praxis, sino que la intencionalidad de lxs individuxs frente a ellos y su significancia sociológica dentro del imaginario en su contexto histórico y contingente. Lejos de justificar ciertas prácticas de “inserción social” que plantean algunos por el mismo motivo que analizan en su artículo, el punto es comprender que se deben considerar las acciones y teorías desde el momento en que se rompe o no con las relaciones que nos ha dejado lo establecido. La educación y autoeducación son elementos esenciales para la no sacralización radicalmente relativista del mundo , así como los encuentros (rencuentros) entre los distintos explotados en sus distintas aristas y caracteres , y si muchos compas analizan que la realidad de los mas marginados entre lxs proletarixs es importante conglobarla no a modo organizativo de cuadros , sino a modo de cooperación y apoyo mutuo, yo digo que : allá ellos, y bienvenidos si seres mas integrales y comunizadores se ponen en las filas de lxs que queremos que todo esto que vemos alrededor se destruya, más preocupante, a mí parecer, es ver a inquisidores de la intelectualidad revolucionaria planteando conductos morales de como y de que manera se debe entender todo esto, si bien en su misma contradicción dicen no avocarlo, lo hacen en sus actitudes y en su nueva representación de “neo monjes” sobre todo, a consecuencia de ciertos teóricos del individualismo radical post ilustrado que enlazan perturbadoramente con el anarquismo y practicas de todo tipo . No es que me ensañe con el análisis de los compas que considero en su mayoría una interesante reflexión sobre este debate que ya tiene de añejo lo que su retorica insignificante equivale, sino frente a aquellos relativistas de la narcisidad y la voluntad.
El otro elemento digno de analizar es el que este mismo concepto equivalga desde ya , por su naturaleza, a una realidad que adyace una especie de socialdemocracia o capitalismo de estado a priori frente a la realidad del valor, este debate tiene múltiples aristas y en su profundidad sería necesario hacer otro articulo exclusivo a esa temática, para ellos vemos la contradicción que los mismos situacionistas tuvieron, analizados por Dauvé, frente a la toma de los consejos sobre la producción y por otro lado la eliminación del trabajo como realidad alienante, no podemos especular como se hubieran comportado los que reivindicaron el poder popular frente a una contradicción de clases mas fuerte y directa, solo podemos ver lo que hicieron y lo que afectó eso en su época respectiva frente a la realidad de las clases mismas , y frente a esto distinguir las distintas posiciones y practicas que ayudaron a romper con las lógicas de la sociedad capitalista y estatal y las que no. Plantear que la negación adyacente de lo establecido debe dilucidarse consecuentemente, es creer que la realidad es metafísica y no dialéctica, no contradictoria, hasta que punto existieron rupturas es lo que nosotros debemos analizar y de que forma, así como no se comportaron como la autoridad quería que lo hicieran, así como se comportaron como lo que la autoridad quería que lo hicieran. Tantos individuxs y tantxs otrxs, desde sus esperanzas y enajenaciones, hicieron lo que su época les contraponía y su libertad individual fue el compromiso que tomaron por causas en común, difícil es suponer que de elementos atomizados en islotes ideológicos se pueda generar un real choque de clases antagónicas, el dilema no es formar o no un partido sino considerar los elementos potenciadores y negadores en común que tenemos como explotadxs, marginadxs, proletarixs etcétera.
No es que me ponga de un lado o del otro frente a este debate, sino más bien, saber desmitificar el concepto, es también desmitificar la falsas dicotomías que las distintas ideologías que plantean la emancipación discuten a modo de representación, programa o hermetismos exactos de la palabra para con eso envolver al conjunto de sus defensores o detractores a un reduccionismo que obvia lo histórico. Sin embargo, quizás el debate no esté en crear nuevos conceptos ni nuevas significaciones, sino el llevar a la práctica las autonomías de los consejos dentro de los grupos a fin o comunidades varias, y que este mismo rompa con las estructuras de una sociedad jerárquica, mercantil e ideológica desde los niveles del narcisismo relativista hasta el colectivismo voluntarista. El tema no es reivindicar o no reivindicar un eslogan, de lo que se trata es de transformar la realidad de opresión existente en el imperio de la mercancía y del estado, distinguir el movimiento real de su representación, fortalecer las autonomías y aprender de los errores de nuestrxs antecesores, sus potencialidades, ejemplos y equivocaciones, el concepto se lo lleva el viento, la lucha de clases continua hasta que caiga el capital, el estado y sus ideologías.

Roque

lunes, 11 de noviembre de 2013

Sobre el Comunismo Disfuso

“Entendemos la anarquía como una forma de organización humana carente de cualquier forma de poder político, en la cual la libertad de cada persona se extiende y se complementa espontáneamente con la libertad de las demás. La condición de existencia de la anarquía es la armonía entre los intereses particulares y los generales. Por lo tanto, comunismo y anarquía van de la mano” (Comunistas por la Auto-liberación Integral, Tesis de Orientación, 2010).
 
 
La solidaridad, la cooperación, el apoyo mutuo y las relaciones igualitarias interpersonales en todas las esferas de la vida, se encuentran en la esencia de lo que históricamente ha sido denominado como comunismo. No son obra particular de ningún grupo determinado o de alguna iluminada mente filantrópica, sino que constituyen tendencias histórico-sociales en la especie humana con un robusto fundamento biológico. Es decir, el comunismo es inmanente a la humanidad desde sus orígenes, y durante gran parte de su historia ha sido prevaleciente. De lo anterior no se desprende, sin embargo, que siempre hayan imperado estas relaciones de cooperación dentro de las sociedades humanas.
Con la irrupción de las clases sociales y el Estado y, por tanto, de la explotación y opresión de un grupo social a manos de otro, las formas comunistas y “antiautoritarias” de relacionarse se ven reducidas y sistemáticamente atacadas, pues se encuentran en franca contradicción con la existencia misma de una sociedad escindida en clases, fundada en la alienación humana respecto a su producción material y su conciencia. Especialmente, en el sistema clasista capitalista -que actualmente padecemos- la solidaridad y cooperación se ven fuertemente disminuidas por el enaltecimiento de la competencia y el individualismo egoísta, pues estos últimos son fundamentales para la continua acumulación de capital en manos de la burguesía, lo que a su vez repercute en una cada vez más intensa explotación de la fuerza de trabajo humana (del proletariado) y mayor destrucción del ambiente en el que transcurren nuestras vidas.
A pesar de esta permanente represión directa y/o “invisible”, las clases explotadas y oprimidas, que siguen de forma velada conservando las relaciones comunistas en muchos momentos de su vida cotidiana, y que son las verdaderas constructoras de toda obra humana, se han levantado -en distintos lugares y momentos históricos- contra la imposición de estas condiciones alienantes: se han constituido en movimiento real que subvierte las condiciones existentes, aunque no han logrado, por distintas razones (que deben ser profundamente estudiadas y discutidas), hacer perdurables y/o extender sus triunfos. De todas formas, lo que nos demuestran estos alzamientos y procesos revolucionarios, es que el comunismo existe hoy, difuso, en potencia, dentro de la sociedad de clases. De ahí que hagamos mención a un “comunismo difuso”, en contra de aquella visión mecanicista que eleva al comunismo a la categoría de paraíso idílico, alejado históricamente de nuestras vidas. Nosotros lo entendemos como una posibilidad y necesidad real, hoy.
Pero tampoco hacemos apología a su actual grado de atomización. Al contrario, lo reconocemos ahora, encarnado en proyectos parciales, pero comprendiendo que la única forma de extenderlo es reforzarlo y transformarlo en fuerza concreta y hegemónica, construirlo en acción conciente de las clases explotadas y oprimidas, en lucha directa contra el capital y toda forma social clasista.
Lo que diferencia esta concepción de una versión afirmativa, celebratoria y en definitiva “posmoderna” del comunismo, es que postulamos la necesidad de que desde los distintos niveles de expresión actual, necesariamente dispersos y esporádicos, del movimiento comunista, se pase al ataque. Tal es el criterio diferenciador del comunismo revolucionario, en oposición a concepciones más light de una serie de actos de seudo-comunización en convivencia pacífica con el poder. Esto no es mera poesía ni apología de la violencia en tanto mera forma, sino que es la reafirmación del contenido del viejo programa comunista que ya en 1848 hacía explícita la necesidad de trastocar y derribar violentamente el orden social capitalista. Esta concentración y desplazamiento de fuerzas para la liquidación del Estado y las clases es al mismo tiempo la afirmación del comunismo. Luego del momento negativo de destrucción del viejo orden, se plantea el interesante problema de la mantención de una vida comunitaria en que las funciones administrativas no se separen en un nuevo tipo de poder, en que se disuelva la política como esfera especializada. Es en este sentido que, de nuevo, concebimos a la comunidad humana como “difusa” en el sentido de anti-política (o post-política), en que los poderes están difuminados por todo el cuerpo de una comunidad humana consciente y auto-determinada.
En definitiva, reconocer de una manera no conformista ni celebratoria las expresiones actuales de un movimiento comunista siempre presente, se torna fundamental para proyectar el enfrentamiento revolucionario con el capital y el estado sin caer en etapismos reaccionarios que se suelen imponer desde estructuras orgánicas de herencia e influencia social-demócratas (y sus respectivas concepciones ideológicas). Así, la promoción de ciertas características de determinadas experiencias de lucha proletaria, tales como la autonomía respecto a los aparatos políticos y sindicales, la profundización, radicalización e integralidad de la crítica, entre otras, constituye la principal tarea de las minorías revolucionarias, incitando constantemente a la autoclarificación teórica y al desarrollo de métodos de lucha coherentes con perspectivas auténticamente revolucionarias. Remecer las bases del capitalismo en sus relaciones cotidianas y de producción/reproducción material de la vida, preparándonos para el inevitable conflicto con las fuerzas represivas de la burguesía y todas aquellas que defiendan el viejo orden, he allí en donde se centran los esfuerzos de quienes nos posicionamos por el comunismo y la anarquía.
 *Texto extraído de la revista Comunismo Difuso



lunes, 25 de marzo de 2013

Comunismo* y Magia (Tiqqun)

El ejecutivo solitario gritándole al auricular de su móvil, con la acreditación de representante colgando del maletín. El conductor maldiciendo al volante de su vehículo. El clubber flaseado en su dance-floor electro favorito. El comerciante de tienda cool con su galimatías empresarial. Nuestros contemporáneos dan toda la sensación de estar embrujados. Los izquierdistas del mundo entero pueden aspirar a abrirles los ojos a propósito de la dimensión de la catástrofe, el empeño es vano y el asunto está perfectamente claro desde hace más de setenta años: no sirve de nada concienciar un mundo ya enfermo de conciencia.
Porque este embrujo no es producto de una superstición o de una ilusión que bastaría con deshacer, sino un embrujo práctico: es su sujeción a los dispositivos, el hecho de que sólo acoplados a tal o cual dispositivo se experimentan como sujetos.
Artaud llevaba razón cuando escribe, en enero de 1947: “mucho más que por su ejército, su administración, sus instituciones o su policía, la sociedad se sostiene mediante hechizos”.
En cada uso reside una posible salida del embrujamiento.
Porque cada uso libera las formas-de-vida contenidas en las cosas, en las palabras, en las imágenes. En el uso se establece una curiosa circulación entre “sujeto” y “objeto”, entre “especies”. El gesto cortocircuita la conciencia, suprime temporalmente la distancia entre el yo y el mundo, exige otras distancias.
La mirada nos incorpora los movimientos y las formas percibidos. Algo sucede en nosotros y fuera de nosotros. “La coincidencia de la transformación del medio y de la actividad humana o de la transformación del hombre por sí mismo, no puede ser captada y comprendida racionalmente más que como praxis revolucionaria”, dicen las Tesis sobre Feuerbach, pero puede ser captada y comprendida mágicamente como uso, por lo menos “si la magia es una comunicación constante del interior con el exterior, del acto con el pensamiento, de la cosa con la palabra, de la materia con el espíritu” (Artaud).
El hecho de que la materia esté animada por innombrables formas-de-vida, que esté poblada de polarizaciones íntimas, es algo que el propio Marx no ignoraba cuando escribió, en La sagrada familia: “Entre todas las cualidades inherentes a la materia, el movimiento es sin duda la primera y la más significativa, no sólo como movimiento mecánico y matemático, sino más aún como pulsión, dinamismo, como tormento de la materia, para emplear los términos de Jakob Böhme. Las formas primitivas de esta última son fuerzas esenciales, vivas, individualizantes, productoras de las diferencias específicas”.
A estas “formas primitivas” las hemos llamado formas-de vida.
Nos afectan, queramos o no, a través de todo aquello a lo que nos atamos, a través de todo aquello a lo que estamos atados.
Nos cuesta mucho admitir que estamos atados, porque estamos poseídos por una idea estética de la libertad. Una idea de la libertad como desapego, como indeterminación, como sustracción a cualquier determinación.

Esta disposición intermediaria donde el alma no está determinada ni física ni moralmente y donde sin embargo está activa de ambas formas, merece particularmente el nombre de disposición libre, y si se denomina físico el estado de determinación sensible, y lógico y moral el estado de determinación razonable, se dará a ese estado de determinabilidad real y activo el nombre de estado estético […] Sin duda el hombre posee virtualmente esta humanidad antes de cada uno de los estados determinados por los que puede pasar; pero la pierde efectivamente en cada uno de los estados determinados por los que pasa, y es necesario, para que pueda volver a un estado contrario, que esta le sea devuelta por la vía estética. (Schiller, Cartas…)

Esta idea de la libertad es la libertad del directivo, que recorre el mundo de hotel de lujo en hotel de lujo, la del científico (sociólogo o físico, poco importa) que no está nunca en el mundo que describe, la del anarquista metropolitano que pretende poder hacer lo que quiera cuando quiera, la del intelectual que juzga cual soberano sobre cualquier cosa desde su despacho, o la del artista contemporáneo que hace de toda su vida una “obra de arte” y para quien, en palabras del infecto N. Borriaud, el único imperativo es “invéntate, prodúcete a ti mismo”. A esta idea estética de la libertad nosotros oponemos la evidencia materialista de las formas-de-vida. Decimos que los seres humanos no están simplemente determinados, que no hay un ser puro de toda determinación por un lado que serviría de mero ropaje al conjunto de sus atributos, de sus predicados y de sus accidentes –francés, varón, hijo de obrero, jugador de fútbol, con dolor de cabeza, etc. Lo que existe en realidad es el modo cómo cada ser habita sus determinaciones.
Y en ese punto, la determinación y el ser son absolutamente indistinguibles, son formas-de-vida. Decimos que la libertad no consiste en deshacernos de todas nuestras determinaciones, sino en la elaboración del modo cómo habitamos tal o cual determinación. Que no consiste en liberarnos de todos los lazos, sino en el aprendizaje del arte de ligar y desligar. El hecho de que ese arte haya sido tildado de mágico durante mucho tiempo no nos produce embarazo alguno. Y asumimos el escándalo que pueda acarrear admitir la amenaza, en nosotros, fuera de nosotros, en todas partes, de la crisis de la presencia. Decimos incluso que si hay una igualdad efectiva entre los humanos esta se da justamente ante esa amenaza. Lo que hace de Kafka un gran comunista. Preferimos eso mil veces a la paradoja demasiado conocida por la cual cuanto más se toma uno por un individuo, mejor reproduce las estructuras de comportamiento más toscamente propias a la  “especie”, cuanto más se toma uno por un sujeto, más se abandona a las inclinaciones del conformismo más triste.
Somos conscientes de que, por ahora, desde sus limbos, las formas-de-vida se debaten en el más temible caos. Y que es el sentimiento de ese caos, así como el apego de nuestros contemporáneos a esa estúpida idea de la libertad, lo que los arroja a las redes de los dispositivos. Pero también vemos la potencia de la que disponen aquellos que han aprendido el arte de ligar y desligar. Y nos imaginamos la fuerza terrible que tienen en sus manos aquellos que elaboran colectivamente el juego de las formas-de-vida que les afectan. No tememos llamar comunismo a la puesta en común, allí donde sea, de dicha fuerza. Porque entonces los humanos llegan a la madurez y tienen en sus gestos la soberanía del niño.

“Puede que el hombre de la edad de piedra dibujase el alce de manera tan incomparable porque la mano que manejaba la punta aún recordaba el arco con el cual había abatido al animal.”

El maná fluye, reinventemos la magia.

*Basta con retomar la definición de comunismo de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, también conocidos como Manuscritos de París: “el comunismo es la verdadera solución al antagonismo entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, la verdadera solución del conflicto entre la existencia y la esencia, entre la objetivación y la afirmación de sí, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie”, para convencerse de que el gesto estético no está ausente del propio programa comunista. Es decir, que la fase actual, estética, del capital, donde este da forma conjuntamente a una nueva humanidad –los ciudadanos– y a un nuevo mundo sensible –la metrópoli–, nos impone revisar nuestra concepción misma de comunismo.

lunes, 21 de enero de 2013

Consideraciones sobre la grandilocuencia de los conglomerados: la socialdemocracia vs autonomía

 
“La organización revolucionaria es la expresión coherente de la teoría de la praxis entrando en comunicación no-unilateral con las luchas prácticas y transformándose en teoría práctica. Su propia práctica es la generalización de la comunicación y la coherencia en estas luchas. En el momento revolucionario de la disolución de la separación social, esta organización debe reconocer su propia disolución en tanto que organización separada”
 
La sociedad del espectáculo


Desde una multitud de sectores, organizaciones, colectivos, grupos de afinidad y seres inconformes frustrados y enojados se hace extensivo el llamado a toda la humanidad envuelta en la mismas contradicciones y bazofias con que la mercancía nos ha torturado durante siglos ; jóvenes, obreros, parados, estudiantes, dueñas de casa, mapuche : todo miserable desposeído a rebelarse, y junto a esto establecer las bases o raíces de una tensión permanente y potencialmente emancipatoria de nosotr@s mism@s como clase (llamado al cual como colectivo adherimos). Sin embargo resulta importante esclarecer bajo que condiciones se emiten estos llamados y que tipo de método organizativo y propuesta ideológica implica acudir a estos (según quien lo emita). ¿Puede una ideología que proponen los distintos grupúsculos o individuos efectivamente propiciar un movimiento revolucionario-emancipatorio concreto? ¿De qué manera debemos analizar los matices y perspicacias que cada programa-propuesta-llamado propone?
Para quienes tienen cierto conocimiento de la historia de la lucha de los pueblos en el mundo no resultan desconocidas las numerosas derrotas sufridas por el proletariado, como lo ha sido por ejemplo en rusia luego de la revolución de octubre de 1917 (los soviet autónomos) o españa en el 1936-1937 y muchas más. Es así como los modelos organizativos rimbombantes y grandilocuentes (CNT, POUM mayoritariamente en españa y bolcheviques con intervención del partido comunista ruso) terminaron generando conflictos dentro del seno del proletariado, donde a modo general partidos, plataformas y conglomerados que dícense representar los intereses del pueblo generan contraposiciones dentro de las naturales autonomías que llevaron a la praxis. Un asqueroso ejemplo fue lo cometido por los bolcheviques en la matanza de Kronstadt (i).
En chile hoy en día somos testigos de una gran gama de llamados dentro de la ortodoxia “revolucionaria” de “izquierdas” o “libertarias”(el llamado a la nacionalización del litio promovido por el frente de estudiantes “libertarios” o la asamblea constituyente planteada por el PC y otros “buenos ciudadanos”) ¿Hasta que punto los llamados a organizarse pueden asumir una postura que implique realmente la auto emancipación de nuestra clase , y no diluirse en una " burocrática retórica de izquierdas"? además, en la lucha por la obtención de “objetivos comunes” (como lo puede ser la nacionalización del litio o la educación estatal y “consiente”) ¿somos capaces de discriminar, distinguir y demitir frente a los innumerables llamados de unidad por los pastores de la iglesia marxiana o bakuniana en los cuales se pretenden obtener ciertos fines “etapistas” y no pasen a formar parte derechamente de la contra-revolución? Es decir ¿qué matices socialdemócratas o éticas voluntaristas de la burguesía nos han infundado como emancipación anteponiendo el “compañer@” como que misticismo hermético? 
Experiencia en esto ya tenemos camaradas , a muchos de nuestros contemporáneos causa sentimientos encontrados la "Movilización de los Pingüinos" del 2006, ya que como secundarios, se alcanzaron grados de organización, cohesión y pro actividad que recordaban tiempos antiguos de ejemplos asambleísticos horizontales y acciones directas contra el estado, "retratos en blanco y negro"(ii) (como diríamos en otro artículo), logrando hacer ver al resto del país y a los "ciudadanos" que la organización y la lucha es posible. El punto es como nuestra lucha es emancipatoria en todos los aspectos de la vida que nos vemos subyugados por la mercancía y el espectáculo, no es que existan “buenas” o “malas” luchas (eso es un cristianismo disfrazado) sino que la realidad de clases es verídica y tenemos que reconocerla para enfrentarla , de este modo tod@s vimos como esta demanda se diluyó totalmente entre galletitas, cafecitos y servilletitas, todos al rededor de una mesita con politiquillos representantes del empresariado conchasumare (justamente por su carácter de “ciudadano”) , por la obtención de ese objetivo “común” resuelto por toda la “heterogeneidad de los proletarios del país”, derogación de la LOCE y LGE posteriormente, es decir el perfeccionamiento del capitalismo a nivel burocrático, leyes más sociales para la sobrevivencia de esta guerra inmunda , domesticación gratuita y de calidad. No es sólo este caso, también hemos sido testigos de como insurrecciones han perdido fuerza en Aysén, Magallanes, Calama por estas intervenciones burocráticas, y ni hablar del decaimiento socialdemócrata de alegre rebeldía inducido por los mismos dirigentes del movimiento estudiantil en el recién pasado año 2012, retratando lamentablemente su posición reaccionaria a la histórica lucha del pueblo , que diría Violeta Parra, Pablo de Rokha, Ramón Ramón, , Victor Jara , el obrero de los cordones, los hermanos Vergara, el campesino expropiador o el poeta cohete …¿Qué dirían de semejantes insultos contra nuestra clase??
Como ya se va esbozando en el presente, creemos que la organización en forma de institución política, conglomerado multisectorial o derechamente plataforma partidista es uno de los principales peligros que podemos encontrar en el camino, ya que nos puede hacer perder el real fin de nuestra lucha, el cual debe ser la eliminación total de todo lo que nos perjudica la vida, la destrucción del sistema capitalista que transforma cada aspecto de nuestra cotidianidad en mercancía, con esto nos referimos a: la abolición del trabajo, del sistema de escuelas, de la salud institucionalizada, de la política, los estados, el patriarcado y la civilización entendida como la hiperpolución de la existencias, por supuesto el giro hacia la autogestión-recuperación generalizada (iii) de nuestras vidas; con esto no queremos decir que es nuestro conjunto de “medidas a ejercer” que son la autonomía absoluta de nuestras relaciones sociales anti espectaculares; si no más que nada es la evidenciación de la incidencia-indecencia del espectáculo, las jerarquías y la mercancía en nuestra realidad y la total reacción frente a su propia
producción; retomando, este riesgo ya lo hemos visto en la organización anarco-sindicalista CNT en españa incluso antes de la guerra civil del 1936 (a la que algunos adoran llamar "revolución del 36"), esto en palabras muy claras de Gilles Dauvé: "La CNT hacía tiempo que era a la vez institucionalizada y rebelde. La contradicción finalizó en las elecciones generales de 1931, cuando la CNT abandonó su postura antiparlamentaria, pidiendo a las masas que votaran a candidatos republicanos" que ejemplo más claro de como ciertas premisas se diluyen en pos de la obtención de objetivos “comunes” como etapización de la revolución (socialdemocracia disfrazada de negra) como en chile lo son hoy en día la domesticación gratuita y de calidad, y no es que no creamos que no son importantes porque las luchas espontáneas o las huelgas salvajes nacen de la escasez inmediata de vida , pero ¿De qué nos serviría realmente que un grupo unitario grandilocuente proponga esta educación nueva, desde su olimpo representativo si nuestras vidas están sujetas en todos los aspectos a la misma rutina mercantilizada y al mismo control maquiavélico ejercido desde el capital? Es este mismo acto de ceder es el que nos puede llevar a la derrota en esta lucha encarnizada, sentándonos a comer galletitas con los ministros asesinos del pueblo , olvidando la lucha luego de obtener la educación gratuita o como pasó en españa en donde las fuerzas se centraron en "aplastar al fascismo" en palabras del propio Durruti, dejando a la retaguardia toda la reacción republicana, y, como ya lo hemos dicho obviando la emancipación total y no luchando en cada sitio recuperado contra cualquier bastión del estado que aún quedara en pie. Es por esto que sentimos la necesidad de que a lucha no parta necesariamente de una estrategia que luego cambie el carácter de la misma organización o grupúsculo que la plantea, (como un maquiavelismo pragmático o intervencionismo desde lo abstracto ) sino que en primer lugar llevar a cabo una vida que vuelque la ideología de la mercancía, es decir, que su ruptura esté en nuestra propia cotidianidad enlazada en su totalidad con todo grupo o individuo autónomo que ataque desde su propio frente: y que este proceso sea totalmente visible pero no enfocable ( identidad revolucionaria y programa amarillista generalmente y lamentablemente de antemano infértil y fracasado), que sea multiforme y peligroso, si hay que llevar a cabo medidas drásticas se hacen con placer , todo en función de nuestra sobrevivencia camaradas .. Ya lo dijeran los compas del vop frente al asesinato del caudillo Perez Zujovic : “cualquier acción que llene de alegría a nuestro pueblo” .
No debemos olvidar compañer@s de clase la dinámica intrínseca que se da en agrupaciones de corte partidista o grandes conglomerados con un objetivo “común”, dinámica que va creciendo en pos de que cada vez sea más difícil para los miembros discutir o rebatir decisiones directamente, así como lineamientos tomados desde las cúpulas más altas, ya sea por antigüedad, por la constitución teórica de dicha plataforma, o por oradores de alta alcurnia. Conocido en este ámbito es el caso de la plataforma planteada a mediados de la década del 20 por los anarquistas rusos en exilio Archinov y Machno, su propuesta pretendía generar un gran conglomerado que uniera a los anarquistas del mundo (que ellos mismo clasificaban), sin embargo en su constitución existían metodologías muy exclusivas que obviaban premisas básicas de la ideología anarquista , llegando a plantear la militarización del conglomerado, una vanguardia revolucionaria y conspiradora, y un sistema jerárquico y centralista entre muchas más (ni el contexto lo justifica y si lo justifica no es para nada en lo cual nos sentimos identificados) es por eso que se ganaron las críticas de la mayoría de sus contemporáneos, de entre estas críticas rescatamos la que hace Errico Malatesta: "en vez de crear entre los anarquistas un mayor deseo de organización, pareciera haber sido formulada para el designio expreso de reforzar el prejuicio en aquellos camaradas que creen que la organización significa la sumisión a lideres y pertenencia a una institución centralizada, autoritaria, que ahoga la libre iniciativa" ojo compañeros! sus organizaciones son un arma de doble filo!. No es que critiquemos a los compas verdaderos que estén en dichas organizaciones sino que la organización misma no es verdadera para la emancipación del proletariado.
El llamado entonces compañer@s es a pensarlo dos veces antes de adherirse ciegamente a cualquier llamado u organización que pregone un objetivo que pueda parecer lógico, no es que seamos reaccionarios a la lucha real de las calles, tomamos posición de clase frente a cualquier acontecimiento, pero es necesario distinguir y dimitir dichas practicas y no caer en un concensuismo hipócrita democrático para apuntar las demandas, sino velar por la autonomía de cada proletario en su realidad concreta . Asimismo no olvidar que la lucha es contra la vida que este espectáculo nos impone corrosivamente, espectáculo que en palabras de Raoul Vaneigem resulta ser: "el conjunto de las conductas sociales por las que los hombres entran en sistema mercantil, participan en él en contra de sí mismos convirtiéndose en objetos de supervivencia - mercancías -, renunciando al placer de vivir realmente para sí mismos y de construir libremente su vida cotidiana"
REAPROPIEMONOS DE NUESTRAS PASIONES, para esto proponemos autogestión-recuperación total de nuestras vidas, organización en colectivos y asambleas espontáneas, que busquen responder a las necesidades y pasiones de comunidades más pequeñas (imposible es responder al pueblo desde una plataforma tan amplia), redes discontinuas de comunicación entre los distintos grupos de proletarios, quienes obren netamente por los deseos de su comunidad en consejos, "La autogestión generalizada es la organización social del poder reconocido a cada cual sobre su vida cotidiana y ejercido directamente por los propios individuos o por las asambleas de autogestión" (idem).
Esto compañer@s es la posición que tomamos como colectivo, y asimismo abrimos el debate y la invitación a vivir nuevamente nuestras vidas y eliminar esta sociedad espectacular-mercantil. QUE NO NOS CONFUNDAN CON SUS SIGLAS Y NOMBRES TENTADORES, LA CLASE ES UNA, LA NECESIDAD: REAPROPIARNOS DE NUESTRAS VIDAS!
"La felicidad sólo es posible allí donde el estado ha dejado de existir; donde ninguna condición de jerarquización prepara su regreso"
Raoul Vaneigem




i La Rebelión de Kronstadt fue un alzamiento fracasado de los marinos soviéticos contra el gobierno de la República Socialista Federativa Soviética Rusa.
ii Revisar texto en http://criticayaccioncalbuco.blogspot.com/2011/01/retratos-del-blanco-y-negro.HTML
iii De la huelga salvaje a la autogestión generalizada, Raoul Vaneigem, 1974

sábado, 5 de enero de 2013

Auto-entrevista Situacionista



- ¿Qué quiere decir la palabra “situacionista”? 

-Define una actividad que pretende producir las situaciones, y no conocerlas en función de un valor explicativo o de cualquier otro tipo, a todos los niveles de la práctica social y de la historia individual. Reemplazamos la pasividad existencial por la construcción de los momentos de la vida, y la duda por la afirmación lúdica. Hasta el momento los filósofos y los artistas no han hecho más que interpretar las situaciones; se trata ahora de transformarlas. Puesto que el hombre es el producto de las situaciones que atraviesa, le conviene crear situaciones humanas.

Aunque el individuo está definido por la situación tiene el poder de crear situaciones dignas de su deseo. Con esta perspectiva deben fundirse y realizarse la poesía (la comunicación como logro del lenguaje en una situación), la apropiación de la naturaleza y la liberación social completa. Nuestro tiempo va a reemplazar la frontera fija de las situaciones límite, que la fenomenología se ha complacido en describir por la creación práctica de situaciones; esta frontera va a desplazarse permanentemente con el movimiento histórico de nuestra realización. Buscamos una fenomenopraxis. No dudamos de que éste será el motivo fundamental del movimiento de liberación posible en nuestro tiempo. ¿Qué es lo que hay que poner en situación? A diferentes niveles, puede tratarse del planeta, o de la época (una civilización en el sentido de Buckhardt, por ejemplo), o un momento de la vida individual. ¡Allez, la musique! Los valores de la cultura pasada y las esperanzas de realizar la razón en la historia no tienen continuación posible. Lo demás se descompone. El término situacionista, en el sentido de la Internacional Situacionista, es exactamente lo contrario de lo que se llama ahora en portugués “situacionista”, es decir, partidario de la situación existente, por consiguiente del salazarismo.

-La Internacional situacionista, ¿es un movimiento político? 

-La expresión “movimiento político” oculta hoy la actividad especializada de jefes de grupos y de partidos que extraen de la pasividad organizada de sus militantes la fuerza opresora de su futuro poder. La I. S. no quiere tener nada que ver con el poder jerárquico en cualquier forma que se presente. No es por consiguiente un movimiento político ni una sociología de la mistificación política. La I.S. se propone ser la más alta expresión de la conciencia revolucionaria internacional, esforzándose por aclarar y coordinar los actos de negación y los signos de creatividad que definen los nuevos contornos del proletariado, la voluntad irreductible de emancipación. Incardinada en la espontaneidad de las masas, una actividad semejante es incontestablemente política, a menos que se cuestione esta cualidad a los propios agitadores. A medida que aparecen nuevas corrientes radicales en Japón (el ala extremista del movimiento Zengakuren), en el Congo o en la clandestinidad española, la I. S. les presta apoyo crítico, y por consiguiente procura ayudar prácticamente. Pero contra todos los “programas transitorios” de la política especializada, la I. S. se remite a una revolución permanente de la vida cotidiana.

-La Internacional situacionista, ¿es un movimiento artístico? 

-Gran parte de la crítica situacionista de la sociedad de consumo consiste en mostrar hasta qué punto los artistas contemporáneos, al abandonar la riqueza contenida, cuando no fue explotada, en la superación del arte durante el periodo de 1910-25, se condenaron en su mayoría a hacer arte como si hiciesen negocios. Los movimientos artísticos no son desde entonces más que ecos imaginarios de una explosión que nunca ocurrió, que amenazó y amenaza todavía las estructuras de la sociedad. La conciencia de semejante abandono y de sus implicaciones contradictorias (el vacío y la voluntad de retorno a la violencia inicial), hizo de la I.S. el único movimiento que pudo, englobando la supervivencia del arte en el arte de vivir, responder al proyecto del arte auténtico. Somos artistas sólo porque ya no lo somos: venimos a realizar el arte.

-La internacional situacionista, ¿es una manifestación nihilista? 

-La I. S. niega el rol, que es todo lo que se está dispuesto a reconocerle en el espectáculo de la descomposición. La superación del nihilismo pasa por la descomposición del espectáculo, y es de esto de lo que la I.S. quiere ocuparse. Todo lo que se elabora y se construye fuera de semejante perspectiva no tiene necesidad de la I. S. para destruirse a sí mismo; pero también es cierto que, en todos los lugares de la sociedad del consumo, los terrenos vagos del socavamiento espontáneo ofrecen a los nuevos valores un campo de experimentación que la I. S. no puede dejar de lado. No podemos construir más que sobre las ruinas del espectáculo. En todas partes, la previsión perfectamente fundada de una destrucción total obliga a no construir nunca más que a la luz de la totalidad.

-¿Las posiciones situacionistas son utópicas? 

-La realidad rebasa la utopía. Entre la riqueza de las posibilidades técnicas actuales y la pobreza de su uso por parte de los dirigentes de todo tipo no hay más que tender un puente imaginario. Queremos poner el equipamiento material a disposición de la creatividad de todos, como tratan de hacer las masas en todas partes en el momento de la revolución. Es un problema de coordinación, o de táctica, como se quiera. Todo lo que nosotros proponemos es realizable, sea inmediatamente o sea a corto plazo, desde el momento en que comiencen a ponerse en práctica nuestros métodos de investigación y de actividad.

-¿Juzgan necesario llamarse así, “situacionistas”? 

-En el orden existente, donde las cosas ocupan el lugar de los hombres, toda etiqueta es comprometedora. Sin embargo, la que hemos elegido lleva en sí su propia crítica, aunque sea sumaria, por cuanto se opone a aquella otra de “situacionismo” que otros nos han aplicado, que desaparecerá en cuanto cada uno de nosotros sea situacionista a tiempo completo y ya no proletario que lucha por el fin del proletariado. Por lo pronto, por ridícula que pueda ser, tiene el mérito de abrir una tajo entre la antigua incoherencia y una exigencia nueva. Lo que más falta hacía a la inteligencia desde hace años es precisamente este tajo.


- ¿Cuál es la originalidad de los situacionistas, en tanto que grupo delimitado? 

-Nos parece que hay tres puntos principales que justifican la importancia que nos atribuimos como grupo organizado de teóricos y experimentadores. En primer lugar, hacemos por primera vez una crítica nueva y coherente de la sociedad que se desarrolla actualmente desde un punto de vista revolucionario; esta crítica está profundamente arraigada en la cultura y el arte de este tiempo y mantiene sus claves (evidentemente, este trabajo se encuentra lejos de estar acabado). En segundo lugar, practicamos una ruptura completa y definitiva con todos aquellos que nos obligan ella, y en cadena. Esto es necesario en una época en que se imbrican sutilmente diversas formas de resignación y son solidarias. En tercer lugar, inauguramos un nuevo estilo de relación con nuestros “partidarios”. Rechazamos totalmente el discipulado. No nos interesa más que la participación en su grado más alto; y dejar campar en el mundo a las personas autónomas.

-¿Por qué no se habla de la I.S.? 

-Se habla con bastante frecuencia entre los poseedores especializados del pensamiento moderno en liquidación, pero se ha escrito muy poco. En un sentido más general, se debe a que nosotros rechazamos el término “situacionismo”, que sería la única categoría susceptible de introducirnos en el espectáculo reinante, integrándonos en forma de doctrina fijada contra nosotros mismos, en forma de ideología en el sentido de Marx. Es normal que el espectáculo que nosotros negamos nos niegue. Se habla desde luego de los situacionistas en tanto que individuos para intentar separarlos de la contestación del conjunto, sin la cual por otra parte no serían unos individuos tan “interesantes”. Se habla de los situacionistas cuando dejan de serlo (las variedades rivales de “nashismo”, en varios paises, tienen únicamente en común la fama que les proporciona fingir mentirosamente que mantienen una relación de cualquier tipo con la I.S). Los perros guardianes del espectáculo retoman sin especificarlo fragmentos de la teoría situacionista para volverlos contra nosotros. Se inspiran, como es normal, en la lucha por la supervivencia del espectáculo. Necesitan por tanto ocultar la fuente, es decir la coherencia de tales “ideas”, y no sólo por vanidad de plagiario. Además, los intelectuales vacilantes no osan hablar abiertamente de la I.S. porque hablar implica una mínima toma de partido: decir claramente lo que se niega en contrapartida a lo que se mantiene. Muchos creen erróneamente que haciéndose los tontos podrán librarse de su responsabilidad hasta más tarde.

-¿Cuál es su apoyo al movimiento revolucionario? 

-Por desgracia no hay tal movimiento. La sociedad contiene contradicciones, ciertamente, y cambia. Lo que permite, de una forma siempre nueva, posible y necesaria, una actividad revolucionaria que actualmente no existe, o en todo caso no existe en forma de movimiento organizado. Por consiguiente no se trata de “apoyar” un movimiento semejante, sino de construirlo: de definirlo y de experimentarlo inseparablemente. Decir que no hay un movimiento revolucionario es el primer acto indispensable en su favor. El resto es la revocación ridícula del pasado.

- ¿Son marxistas?

-Tanto como Marx cuando dice:”Yo no soy marxista”.

-¿Existe alguna relación entre sus teorías y su vida real?

-Nuestras teorías no son otra cosa que la teoría de nuestra vida real y de la posible experimentación o tanteo dentro de ella. Por fragmentarios que sean, hasta el nuevo orden, los campos de actividad disponibles, hacemos lo que podemos. Tratamos al enemigo como enemigo, esto es un primer paso que recomendamos a todo el mundo como aprendizaje acelerado del pensamiento. Por lo demás, huelga decir que apoyamos incondicionalmente todas las formas de libertad de las costumbres, todo lo que la canalla burguesa o burocrática llama libertinaje. Excluimos evidentemente preparar la revolución de la vida cotidiana mediante el ascetismo.

-Los situacionistas ¿son la vanguardia de la sociedad del ocio? 

-La sociedad del ocio es una apariencia que recubre un cierto tipo de producción-consumo del espacio-tiempo social. Si el tiempo de trabajo productivo propiamente dicho se reduce, el ejército de reserva de la modalidad industrial trabajará en el consumo. Todo el mundo es sucesivamente obrero y materia prima en la industria de las vacaciones, del ocio, del espectáculo. El trabajo existente es el alfa y el omega de la vida existente. La organización del consumo, además de la organización de los placeres, debe equilibrar exactamente la organización del trabajo.

El “tiempo libre” es una medida irónica en el curso de un tiempo prefabricado. Rigurosamente, este trabajo no podrá ofrecer más que este ocio tanto para la élite ociosa -en realidad, cada vez menos ociosa- como para las masas que acceden al ocio momentáneo. Ninguna barrera de plomo puede aislarnos, ni un fragmento de tiempo ni el tiempo completo de un fragmento de la sociedad, de la radioactividad que difunde el trabajo alienado; sólo lo haría en el sentido de conformar la totalidad de los productos y de la vida social, así y no de otra forma.

-¿Quién los financia? 

-No hemos tenido nunca otra financiación, y de una forma extremadamente precaria, que nuestro propio empleo en la economía cultural de la época. Dicho empleo está sometido a esta contradicción: tenemos capacidades creativas para obtener un “éxito” casi seguro; pero tenemos una exigencia tan rigurosa de independencia y de perfecta coherencia entre nuestro proyecto y cada una de nuestras realizaciones actuales (p. e. nuestra definición de una producción artística antisituacionista) que somos casi totalmente inaceptables para la organización dominante de la cultura, hasta en las cuestiones más secundarias. El estado de nuestros recursos se deduce de este componente. Ver a propósito de esto lo que hemos escrito en el nº 8 de esta revista (1964) sobre “los capitales que no faltaron jamás a las empresas nashistas” y en cambio nuestras condiciones.

- ¿Cuántos son? 

-Unos pocos más que el núcleo inicial de guerrilla de Sierra Maestra pero con menos armas. Unos pocos menos que los delegados que estuvieron en Londres en 1864 para fundar La Asociación Internacional de Trabajadores, pero con un programa más coherente. Tan firmes como los griegos de las Termópilas pero con un porvenir mejor.

– ¿Qué valor atribuyen a un cuestionario como éste? 

-Se trata manifiestamente de una forma de diálogo ficticio que hoy se hace obsesiva con las psicotécnicas de la integración en el espectáculo (la pasividad gozosamente asumida bajo un disfraz torpe de “participación”, de actividad superficial). Pero podemos mantener posiciones exactas a partir de una interrogación incoherente, reificada. En realidad estas posiciones no “responden”, puesto que no se remiten a las preguntas, sino que las remiten. Son respuestas que deberían transformar las preguntas, de forma que el verdadero diálogo pudiera comenzar después de estas respuestas. En el presente cuestionario, todas las preguntas son falsas; pero nuestras respuestas son verdaderas.

Internationale Situationniste, nº9 (1964)

lunes, 24 de diciembre de 2012

Sobre lo miserable de lo cotidiano


Lo miserable  puede considerarse un estado patético, paupérrimo de algo, de cualquier cosa; miserables vemos en todo momento, la mayoría no está conciente de la  situación vacía en que adjudica sus pesuñas, esas sombras solitarias se esmeran por considerar y justificar sus acciones como si fueran algo  importante o que  valga la pena hacer, necesitan creer que existen.
Muchos escritores contemplativos han narrado y caracterizado la vida de estos anti-personajes, ell@s nos permiten asimilar ciertas empatías con estos héroes de lo absurdo, del patético   comportamiento humano; si nos detenemos a desviar la mirada y desembarazar ciertas trabas morales podríamos ver la absoluta pobreza material e intelectual que existe en nuestra  estúpida época:
*Miserable ese discursillo altanero-escéptico  con esas falsas sonrisas de comprendimiento y buenas intenciones.
*Miserable esos individuos que protestando por “justicia social” echan a patadas a los marginales de un metro 65, lloran la desigualdad comiendo sushi y hablando spanglish
*Miserables los debates que no apuntan hacia ninguna parte, y  los que saben que no dicen nada, miserablemente se cuestionan cosas solo por actitud,   en el fondo están lleno de mierda: mal enfoque de  necesidades primitivas
*Miserables eslóganes, comunicados, pancartas para sentirnos invisiblemente satisfechos y enfrentar mejor el cotidiano.
Asimilamos nuestras congojas y son nuestros caballos de batalla para anécdotas y búsquedas existenciales, intentamos convencernos de que en cualquier momento aparecerá dulcinea o el progreso vomitado que nos dicen cifras desde el bienaventurado estado de seguridad y manipulación morbosa, que aparezca una respuesta o que uno mismo la sea, pura tautología retórica.
La frialdad y el pragmatismo aparecen para desquiciar nuestras bizarras psicologías, y desaparecen los gestos, detalles, significaciones, manifiestos hermosos que la naturaleza en movimiento otorga a cada segundo.
No hay salida en el lenguaje dirán algunos, pero tampoco la hay en otro lado de que imbécil teoría de enajenados freaks.
Mientras esas familias conservadoras ni se imaginan las represiones mentales que sufre su hija, ese niño al costado fuma pasta base y no ha comido en todo el maldito día, y esto no es casualidad: miserabilísimo poético, decadencia  por mayor, Orwell ni Kafka hoy en día no serían tan originales, sino los verdaderos visionarios que ni el mejor delirio de Nostradamus hubiera vaticinado.
No existe ni el primer ni el tercer mundo, ni la clase media, ni paz, ni libertad, ni dios, ni futuro.
Miserable la desnaturalización, el suicidio lento de todo, el optimismo la mayor expresión de alineación e ingenuidad asumida.  El fanatismo musical, de hinchada, de patria, de Krishna, de la cultura francesa,  gringa, japonesa, mapuche, batos locos: ¡miserables!, como esa fijación paupérrima de ciertos reprimidos cineastas heterodoxos en el vanguardismo del cine independiente (que se le llama) de querer parecer creativos en su narcisismo sicopático. Ni el propio Van Gogh hubiera podido congelar este espectáculo roñoso y cruento.
Ya no basta con amargarse, no vale la pena, pero se puede jugar en el barro, ¡he ahí  la propuesta!, no arrugar la frente tanto y ver esta escena del infierno ¿Qué mas poético y redentor que destruir el infierno?, reírse, arrastrarse en la ética dominante como un mal chiste, conspirar para joder, jugar a los terroristas y quizás serlo derechamente.
Quizás la vida misma sea miserable, pero dejemos de exagerar, si esto ya se está pasando de castaño a oscuro, ¡¡que nuestra miseria sea la potencia de la rebelión!!