Mis mas profundos respetos por los
compas que hicieron este articulo, y que en su mayoría, sobre todo
frente a lo esencial, a mí parecer, estamos de acuerdo, como por
ejemplo el de que el proletariado se dota de organización al tiempo
que lucha frente a las condiciones existentes y la innecesidad de los
espectros ideológicos, sobre todo totalizantes y jerárquicos de la
lucha de clases y de todas las formas de opresión. Sin embargo en
este artículo haré un análisis sobre algunas aristas que es
necesario profundizar para no caer en demagogias tautológicas, ni
mucho menos caer en reduccionismo rimbombantes. No es una reacción a
los planteamientos legítimos y clasistas que se muestran, sino más
bien, que desde ellos mismos llevar a la reflexión otras o las
mismas aristas que me parece de vital importancia debatir,
profundizar y llevar a cabo.
Es cierto que en los tiempos
relativistas narcisistas que vivimos cualquier apreciación
subjetivizada desde cualquier elemento argumentativo será
valorizada in facto por la democracia liberal o, en nuestro sector,
respeto a la individualidad (que propagan algunas teorías
anarquistas) como aforismo absolutista y principio regulador de un
estado de cosas horizontales. Tal apreciación dentro de las
múltiples catástrofes en las relaciones humanas a las que puede
desembocar (sino nombrar la atomización voluntarista de los sujetos
y un misticismo cibernético pseudo intelectual que recoge toda la
época fantasiosa de la dictadura católica) avocaré únicamente al
dogmatismo frente a algunos conceptos matándolos por el solo hecho
de pronunciarlos, es decir , tratando de hacer de ellos un símbolo
abstracto que no está sujeto a reestructuraciones y significaciones
hechos por las intersubjetividades y la historia misma de las
comunidades. Es cosa de apreciar el concepto de libertad,
interpretado de múltiples maneras según las ideologías
yuxtapuestas que se representan en el seno de las clases sociales y
todos los modos de opresión. Es así que llegamos a la palabra
“pueblo” que avoca a distintas aristas tanto etimológicamente
como dentro de la política y la anti política, muchos la defienden
anteponiendo de él varias luchas sociales, tanto proletarias como
no proletarias dentro de la realidad latinoamericana y de algunos
movimientos revolucionarios como el de España y el de Oaxaca por
ejemplo por nombrar solo algunos. Lamentablemente por distintos
casos y razones es que el debate de lo “popular” ha caído al
grado de debate que las filosofías anglosajonas formales del
lenguaje han planteado como interpretaciones del discurso meramente
formal. Sin embargo es fundamental comprender tales procesos o
tales personas individuales que lo reivindicaron en algún momento,
el grado de ruptura y tensión en las cuales estaban inmersas y la
intencionalidad existencial que representaron y que hoy algunos se
ponen esa mochila. ¿Por qué el pueblo participa de la política?
Porque la necesita se podría afirmar, e inclusive esto equivaler a
que se necesita la explotación. Reconocer el concepto de proletario
es reconocer la forma de servidumbre moderna pero NO en todos los
grados , porque no todas las comunidades humanas viven en el imperio
de la mercancía sino que algunas se resisten a ellas, desde aquí es
difícil dar un concepto que ramifica todas las distintas aristas de
la explotación , como el patriarcado y la invasión por ejemplo,
sino traslucir que en su sentido mas romántico para algunos
caracterizó un eslogan común que reivindicaba su entorno de
explotación , dominación y alienación humana, y sentirse frente a
esto, enlazados en un elemento en común , puede ser que estén o
hallan estado equivocados, pero es difícil regenerar lo que ya ha
sido sino transformarlo de acuerdo a estas nuevas relaciones sociales
e ideológicas de la mercancía. Si lo vemos desde un punto de vista
histórico Gramsciano , lo que se ha llamado poder popular no es mas
que la socialización contra hegemónica del doble poder analizado
por Lenin , y este no representaría nada más que esa otra paralela
forma organizacional de las clases oprimidas que se conforman en
organización jerárquica para derrocar las que están en el estado
que anteponen su ideología a través de la superestructura , pero no
, si tenemos un análisis más serio y profundo damos cuenta que
muchos de tales elementos no solo significaron uno de los caballitos
de batalla de la ideología del marxismo , sino que también dentro
de su seno, existieron visiones autonomistas que en sus practicas
mismas diezmaron la lógica organizacional del estado, es cosas de
ver el poder popular planteado por los cordones industriales, que en
sí mismos tenían más del comunismo de consejos a nivel estructural
que cualquier otra cosa, es decir, es como el movimiento real de
los proletarios y oprimidos superaba su representación ideológica.
No es que esto haya pasado a modo general, ya que siempre un grupo
dirigente en esas circunstancias planteaban otro tipo de elementos
teóricos consecuentes con un extraño marxismo leninismo, pero que
sin embargo a modo de praxis existían tipos de coordinaciones
horizontales que analizaban en el hecho mismo de organización la
innecesidad del estado y otros elementos y todos ellos iban detrás
de este eslogan.
Ahora es menester analizar la
gratuidad del análisis de creer , a través de una adivinación
psicológica, de que este concepto pretende es sí mismo reunir
estratégicamente la máxima cantidad de gente posible (entendido
como “ser social” separado ) como mera demagogia, dándole a la
significancia del hecho histórico de su trascendencia un
enclaustramiento dogmático, reduccionista y purista del termino,
que da de antemano una clasificación de conceptos al nivel de
anárquicos, comunistas, socialdemócratas, fascistas , etcétera .
Desde mi autónoma posición, no son los conceptos abstractos los
que determinan la praxis, sino que la intencionalidad de lxs
individuxs frente a ellos y su significancia sociológica dentro del
imaginario en su contexto histórico y contingente. Lejos de
justificar ciertas prácticas de “inserción social” que plantean
algunos por el mismo motivo que analizan en su artículo, el punto es
comprender que se deben considerar las acciones y teorías desde el
momento en que se rompe o no con las relaciones que nos ha dejado lo
establecido. La educación y autoeducación son elementos esenciales
para la no sacralización radicalmente relativista del mundo , así
como los encuentros (rencuentros) entre los distintos explotados en
sus distintas aristas y caracteres , y si muchos compas analizan que
la realidad de los mas marginados entre lxs proletarixs es importante
conglobarla no a modo organizativo de cuadros , sino a modo de
cooperación y apoyo mutuo, yo digo que : allá ellos, y bienvenidos
si seres mas integrales y comunizadores se ponen en las filas de lxs
que queremos que todo esto que vemos alrededor se destruya, más
preocupante, a mí parecer, es ver a inquisidores de la
intelectualidad revolucionaria planteando conductos morales de como y
de que manera se debe entender todo esto, si bien en su misma
contradicción dicen no avocarlo, lo hacen en sus actitudes y en su
nueva representación de “neo monjes” sobre todo, a consecuencia
de ciertos teóricos del individualismo radical post ilustrado que
enlazan perturbadoramente con el anarquismo y practicas de todo tipo
. No es que me ensañe con el análisis de los compas que considero
en su mayoría una interesante reflexión sobre este debate que ya
tiene de añejo lo que su retorica insignificante equivale, sino
frente a aquellos relativistas de la narcisidad y la voluntad.
El otro elemento digno de analizar es
el que este mismo concepto equivalga desde ya , por su naturaleza, a
una realidad que adyace una especie de socialdemocracia o capitalismo
de estado a priori frente a la realidad del valor, este debate tiene
múltiples aristas y en su profundidad sería necesario hacer otro
articulo exclusivo a esa temática, para ellos vemos la contradicción
que los mismos situacionistas tuvieron, analizados por Dauvé, frente
a la toma de los consejos sobre la producción y por otro lado la
eliminación del trabajo como realidad alienante, no podemos
especular como se hubieran comportado los que reivindicaron el poder
popular frente a una contradicción de clases mas fuerte y directa,
solo podemos ver lo que hicieron y lo que afectó eso en su época
respectiva frente a la realidad de las clases mismas , y frente a
esto distinguir las distintas posiciones y practicas que ayudaron a
romper con las lógicas de la sociedad capitalista y estatal y las
que no. Plantear que la negación adyacente de lo establecido debe
dilucidarse consecuentemente, es creer que la realidad es metafísica
y no dialéctica, no contradictoria, hasta que punto existieron
rupturas es lo que nosotros debemos analizar y de que forma, así
como no se comportaron como la autoridad quería que lo hicieran, así
como se comportaron como lo que la autoridad quería que lo hicieran.
Tantos individuxs y tantxs otrxs, desde sus esperanzas y
enajenaciones, hicieron lo que su época les contraponía y su
libertad individual fue el compromiso que tomaron por causas en
común, difícil es suponer que de elementos atomizados en islotes
ideológicos se pueda generar un real choque de clases antagónicas,
el dilema no es formar o no un partido sino considerar los elementos
potenciadores y negadores en común que tenemos como explotadxs,
marginadxs, proletarixs etcétera.
No es que me ponga de un lado o del
otro frente a este debate, sino más bien, saber desmitificar el
concepto, es también desmitificar la falsas dicotomías que las
distintas ideologías que plantean la emancipación discuten a modo
de representación, programa o hermetismos exactos de la palabra para
con eso envolver al conjunto de sus defensores o detractores a un
reduccionismo que obvia lo histórico. Sin embargo, quizás el debate
no esté en crear nuevos conceptos ni nuevas significaciones, sino el
llevar a la práctica las autonomías de los consejos dentro de los
grupos a fin o comunidades varias, y que este mismo rompa con las
estructuras de una sociedad jerárquica, mercantil e ideológica
desde los niveles del narcisismo relativista hasta el colectivismo
voluntarista. El tema no es reivindicar o no reivindicar un
eslogan, de lo que se trata es de transformar la realidad de opresión
existente en el imperio de la mercancía y del estado, distinguir el
movimiento real de su representación, fortalecer las autonomías y
aprender de los errores de nuestrxs antecesores, sus potencialidades,
ejemplos y equivocaciones, el concepto se lo lleva el viento, la
lucha de clases continua hasta que caiga el capital, el estado y sus
ideologías.
Roque
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